Crea un divertido lapicero de Plamobil, Lego o del personaje que más te guste simplemente con tus pinturas y reciclando un tarro de cristal de mermelada, espárragos o de cualquier otro alimento que tengas por casa. Es una manualidad sencilla y divertida para hacer con los niños!
Cuántas discusiones habrán tenidos las madres con sus hijos por ser tan desordenados y dejar todas las herramientas de trabajo regadas por la casa. A los niños les encanta dibujar y por ello los lápices y rotuladores son el utensilio más usado, y por ende los que más aparecen en lugares insospechados por no ser guardados.
Surge ante este desorden la idea de incentivar a los niños a que ordenen sus lápices de una manera muy divertida, fabricando un lapicero de una manera fácil y barata ya que la propuesta es con materiales reciclados y ojo porque con un poco de imaginación estos tarros pueden convertirse en los centros de mesa perfectos para tu fiesta!
Además si se deja a los pequeños que ayuden en esta manualidad les ayudarás a sentirse una parte importante y útil del proceso, incentivando su interés futuro en el lapicero para ordenar sus lápices. ¡No hay mal que por bien no venga!
La idea particular para esta manualidad es la creación de un lapicero de Lego con materiales reciclados. Es tan fácil como conseguir un frasco pequeño de cristal, como los típicos de yogures o comidas de niños pequeños, un poco de pintura del color que más nos guste, lo ideal sería de color amarillo que es la más semejante a los muñecos de Lego y un marcador o rotulador permanente. Con estos materiales tan sencillos de conseguir ya podremos fabricar nuestro estuche.
El proceso a seguir para la realización de esta idea no podía ser más sencillo; pintar el frasco elegido con la pintura que vuestro hijo prefiera, girando la pintura dentro del propio tarro y ayudándote de la tapa para agitarlo y que, de este modo quede todo bien cubierto, luego debes dejar secar. Posteriormente o mientras se seca, puedes hacer un dibujo con el marcador permanente, simulando la cara del muñeco Lego, los ojos, la nariz y unas cejas o patillas marcadas, ya esto dependerá del gusto de cada uno. Por supuesto, el dibujo de la cara es por fuera del bote de cristal.
Si es vuestro caso y tenéis hijos terriblemente desorganizados y que además les gusten los muñecos Lego, incita su creatividad y pongan ante ellos esta fácil oportunidad para fabricar un portalápices de una manera divertida.
Evidentemente esta propuesta puede hacerse con la carita de Peppa Pig, Mickey, etc.