Los carnavales están a la vuelta de la esquina y gracias a la magia de Harry Potter y otros personajes con poderes mágicos como Merlín, el disfraz de mago será una de las tendencias, tanto para niño como para niña. No importa si el disfraz es como el de los estudiantes de la escuela de magia de Hogwarts, donde estudió Harry Potter, o si el disfraz es de uno de los magos más famosos de toda la historia, el mago Merlín, todos son una estupenda idea para hacer.
Nos vamos a quedar con éste último, donde para su elaboración necesitaremos tela azul (puede ser de paño o de fieltro fino), tela de algodón amarilla, cartulina dura, fieltro del mismo color azul, tijeras, aguja, hilo y un poco de maña y paciencia.
Para preparar la túnica se coge la tela azul y se extiende sobre el suelo limpio y ponemos un pantalón y una sudadera del niño o a la niña tumbados en el suelo con los brazos abiertos y con un jabón o un lápiz para tela, haremos el contorno. No hay que hacerlo muy ajustado al cuerpo porque el disfraz en sí es bastante ancho.
Una vez marcada la tela, se puede poner encima una camiseta y marcar el cuello para tener una guía. Después solo hay que recortar bien esa silueta, volver a ponerla sobre la tela azul y repetir el proceso, con lo que conseguiremos la parte delantera y la trasera, mangas incluidas. Cuando lo tengamos hecho se cose bien y se pueden ir recortando estrellas y lunas con trozos de la tela amarilla, cosiéndolas posteriormente sobre la azul.
¡Los detalles del disfraz van a vuestra elección!
Para el gorro hay que medir el contorno de la cabeza del niño o la niña y utilizar cartulina bastante gruesa con forma rectangular para hacer un cono. Se puede utilizar cinta americana para darle más robustez. Cuando esté hecho se forra con la misma tela azul del traje y se le pueden coser más lunas y estrellas.
Si queremos embellecer las mangas, podemos ponerle alguna tela del mismo tono de azul pero que tenga alguna decoración brillante tal como se puede ver en las fotografías. Solo queda la varita y la marmita para hacer sus pócimas mágicas. ¡Abracadabra!