Para ello necesitas dos botellas de plástico, dos pequeños trozos de cartulina, unas tijeras, pintura y un pincel. Convierte ya esas botellas de zumos, refrescos o leche que ya no usas en prácticas macetas, aunque también puedes utilizarlas como lapiceros o recipientes para guardar cosas.
No te pierdas cómo hacer esta sencilla manualidad de reciclaje!
Lo primero que debes hacer es quitar las etiquetas y cortar las botellas a la mitad. Después debes recortar la cartulina con las formas de las cabezas de un oso y un conejo, usando esta plantilla o dibujándolas vosotros mismos, un trabajo perfecto para los niños. A continuación, con las cartulinas como plantilla, debes dibujar las orejas en las botellas y recortar los contornos, pero no olvides dejar dos pequeños salientes con un agujero a los lados, puesto que será de donde colgaremos nuestras macetas (si las quieres colgantes)
Antes de comenzar a decorar debes aplicar una capa de pintura de color blanco a las dos botellas para evitar que se transparente y quede mal. Una vez seco ya es el momento de empezar a pintar las botellas. Tras dibujar y pintar las caras de los animales puedes dar tonos alegres y detalles al resto de tu nueva maceta. Esta parte tiene aspectos delicados, por lo que te puedes encargar de los detalles más elaborados, como dibujar las caras del oso y el conejo, mientras que los niños pueden pintar el resto de la botella y realizar el trabajo más fácil, como dibujar puntos o corazones para alegrar el resto de la maceta. El toque final a esta manualidad es pegar un bonito lazo en el cuello de alguna de las dos macetas.
Una vez terminadas colocamos las plantas dentro, y gracias a los agujeros que dejamos son las perfectas macetas para colgar en cualquier lugar de la casa, como la habitación de los niños.
2 comments
¿Qué tipo de pintura es?
¿Cuánto le cuesta secarse más o menos?
Gracias!
Hola Marta;
La típica pintura acrílica de los niños. Un par de horas necesita por lo menos.:)