Dibujar es una de las actividades que más les gusta a los niños, principalmente porque les entretiene y les permite expresarse mediante algo tan sencillo. También es una estupenda excusa para pasar un rato divertido con ellos, siendo una estupenda actividad para cualquier tipo de fiesta infantil.
En esta entrada vamos a aprender a dibujar un caballo salvaje a lápiz para que podáis hacerlo en casa y que podréis colorear.
Para ello se necesitan unos folios o unas cartulinas blancas, lápices, goma de borrar y lápices de colores. Se puede comenzar dibujando (siempre con el lápiz) dos círculos, uno ovalado verticalmente para la cabeza y a su derecha y en posición inferior, otro círculo un poco más grande, también ovalado, pero en posición horizontal. El primero de los círculos será la cabeza y el segundo el cuerpo del caballo.
En el primero de los círculos iremos dibujando con cuidado los detalles de la cabeza del caballo como son las orejas, los ojos, la nariz y la crin a modo de flequillo. Para los ojos se deben hacer dos figuras almendradas y después dibujar las pupilas. Para la crin se puede dibujar un flequillo que le caiga sobre la frente al caballo y para las narices bastará con hacer dos pequeños círculos a modo de orificios nasales.
Después, y teniendo cuidado con las proporciones, se unirá la cabeza al cuerpo que hemos dibujado con anterioridad. Tras ello dibujaremos las patas y la cola al caballo, guardando la forma que tienen éstas, aunque al ser un dibujo no hace falta ser extremadamente realistas.
Una vez tengamos hecho esto, llega el momento de perfilar todo el caballo, dibujando un trazo con un rotulador negro por todo el contorno y después borrando con cuidado los restos del carboncillo dellápiz.
En este momento podemos pasar a los detalles como dar color al dibujo, para lo que pueden usarse bien ceras de colores o rotuladores, pintando la crin y la cola del mismo color, los ojos al caballo, los cascos y hasta podemos ponerle alguna manchita en el cuerpo para que quede más gracioso.