No hay nada como una fiesta temática de cumpleaños para los más pequeños de la casa. ¿Te imaginas la cara de sorpresa si los peques reciben una fiesta de cumpleaños Minions? ¡Se quedaría con la boca abierta! Hay muchísimas ideas caseras para hacer en esta clase de fiestas y si piensas en personajes de Disney, no puedes olvidarte de Gru, querido por todos los niños y niñas. Hoy te damos varias ideas de decoración que te van a encantar.
Está claro que una fiesta debe tener muchas sorpresas y se puede comenzar por las tarjetas o invitaciones con lo que ir abriendo boca antes de que los invitados lleguen a la casa y se encuentren con todo preparado para ese día tan especial.
El amarillo debe ser el color predominante y si se puede adquirir algún producto de merchandising de los Minions será mejor que mejor. Por ejemplo, en el mercado hay un montón de dulces con la forma de estos simpáticos personajes así como caretas de cartón que pueden ser usadas tanto para regalar a los pequeños asistentes a la fiesta como si se quieren usar como decoración. Una tarta en una pastelería creativa con motivos ad-hoc también puede ser otra buena idea así como globos azules y amarillos.
Tal como vemos sobre estas líneas, una formidable idea que podemos hacer es customizar incluso alguna puerta de nuestra casa para que ya deje claro de qué se trata la fiesta. Con papel couché en color azul y amarillo y decorarla con el clásico ojo. ¡Será una entrada fantástica! ¿Os atrevéis a disfrazaros?
Si se sabes hacer cupcakes o dulces decorados, se puede intentar hacer alguno que tenga la forma de los Minions e incluso acompañarlo con algún pequeño muñeco para que todos los asistentes puedan llevarse un buen recuerdo de ello. Por supuesto, el fondant amarillo y negro es fundamental.
Para finalizar, si tienes un bazar cerca, puedes hacerte con unos cuantos cascos de obrero de color amarillo, para que después puedas decorarlos a tu gusto imitando a nuestros queridos Minions. ¡Seguro que los peques no se lo quitarán en ningún momento y se llevarán un formidable recuerdo!