El verano es el momento propicio para fomentar la imaginación y creatividad de los pequeños de la casa. Tanto nosotros como nuestros hijos disponemos de mayor tiempo libre y una forma de lograr que los niños no se aburran y aprendan a realizar una tarea que, al mismo tiempo, les resulte divertida, por ejemplo la elaboración de manualidades con materiales desechables.
Basta con disponer de platos de plástico o papel, tijeras, pintura y pegamento. Con estos sencillos materiales podemos construir caras de animales, que tanto les gustan a los peques, así como mariposas, flores y peces, con los que podemos adornar cualquier habitación o recinto de celebración de una fiesta infantil.
Es una manualidad reciclada ideal también para un cumpleaños. Después de la merienda que todos los niños hagan caritas con sus platos!
La técnica es sencilla. Si queremos crear la cara de un pollito pintaremos el plato de amarillo, dibujaremos los ojos y añadiremos un pequeño cono de las hueveras a modo de pico, que pintaremos de blanco. Uno de los animales más fáciles de conseguir es un gracioso cerdito. Para ello, se pinta el plato de rosa, se dibujan los ojos y se pega el cartón de un rollo de papel higiénico a modo de hocico, que coloreamos del mismo color que el plato.
Si prefieres construir una vaca, basta con que a tus platos blancos les añadas las manchitas negras de las vacas, así como los ojos, orejas, rabo… El resultado es espectacular!
Siguiendo el mismo sistema puedes dibujar y pintar flores, peces, máscaras y antifaces de colores y todo aquello que se te ocurra. Después basta con recortar la figura y ya puedes utilizar como objeto de juego o de decoración.
Estos trabajos fomentan el ingenio de los pequeños, les ayudan a desarrollar su destreza manual, a valorar nuestros recursos y a reciclar de modo útil y lúdico los materiales desechables.
Fotos vía; livingonalatte