No hay nada mejor que hacer unos cuantos trucos de magia para los niños con los que sorprenderles en cualquier celebración . Podremos hacer trucos fáciles y sencillos con monedas, cuerdas, cartas, etc., para dejarles con la boca abierta. En esta entrada os damos tres trucos revelados y explicados paso a paso para que sorprendáis a los pequeños de la casa y lo hagáis con uno de los artículos de mago más importante. Luego puedes revelárselo también a ellos para que aprendan a hacerlo.
La carta desaparecida
Para este primer truco necesitaremos un pañuelo, un palillo de dientes y una baraja de cartas. Cortaremos el palillo con el tamaño del ancho de una carta y lo meteremos en el borde de un pañuelo, intentando hacerlo de forma segura. Extenderemos la baraja en una pila sobre una mesa con tapete por ejemplo y cuando lo hagamos podemos decir que vamos a hacer desaparecer una de las cartas delante de todos.
Pondremos el pañuelo en la parte superior de las cartas y después lo levantaremos con el palillo usando dos dedos para que dé la impresión de que estamos sujetando una carta y después agitaremos el pañuelo, con lo que conseguiremos el efecto de una carta desaparecida.
La carta mágica
En este truco extenderemos las cartas sobre la mesa y pediremos a uno de los niños que seleccione cualquiera de ellas, le diremos que la mire pero que no nos la enseñe a nosotros sino al resto de amigos. Después nos devolverá la carta y haremos un ‘pase’ para que coloquemos la carta en la parte superior del mazo.
Tendremos que sostener las baraja en posición vertical entre el pulgar y el dedo anular. Esto hará que el público pueda ver la carta inferior, pero también dejará que nuestro dedo índice y corazón queden libres para emular hacia arriba la primera carta, convirtiéndola en una carta mágica y siendo la que el niño o la niña habían seleccionado.
El truco más sencillo
Sobre una mesa barajaremos las cartas y pediremos a uno de los niños que elija una y le pediremos que cuando la haya visto la coloque en cualquier lugar de la baraja que él quiera. Una vez hecho, barajaremos y diremos que encontraremos mágicamente la carta que él había sacado, esto hará que el pequeño comience a memorizar más intensamente la carta.
Mientras tanto nosotros cortaremos la baraja cogiendo una mitad y sosteniéndola con la mano derecha. Llegados a este punto hay que inclinar un poco la parte de la baraja de la mano derecha para que se pueda elegir la carta desde la parte inferior. Tras ello, pediremos al espectador que ponga la carta que eligió en nuestra mano izquierda.
Cambiaremos la parte superior de la baraja, cortándola varias veces y pondremos las cartas sobre la mesa una por una, pidiéndole al niño que piense la carta que eligió. Cuando se tenga la carta clave, ya se sabrá que la siguiente será la que eligió el niño. Con esto conseguiremos dejarles con la boca abierta, aunque hay que practicar un poco estos trucos.