Halloween es una fiesta que cada año se celebra con mayor alegría en nuestro país. Si vamos a celebrarlo en casa, una forma original y simpática de sorprender a los invitados sería presentando una atrevida tarta de aspecto tenebroso.
La deliciosa tarta de calabaza es una de las clásicas de Halloween. Se elabora, según la tradicional receta, con calabaza, huevos, aceite, sal, azúcar, bicarbonato y canela. Le añadimos un glaseado de queso de crema derramado por encima para darle el color que queramos con un efecto bonito a nuestra tarta.
Os proponemos varias ideas para fabricar, de manera artesanal, vuestra propia tarta de Halloween:
Con ojos: Se trata de una tarta que podemos realizar al gusto del consumidor pero que tiene un requisito claro; estar cubierta por una capa de fondant blanco o de otro color liso. A esa capa le añadimos galletitas pequeñas de varios tamaños y colores con forma redondeada o ojos hechos con fondant. Debemos colocarlas una encima de otra, simulando unos divertidos ojos.
Con murciélagos: utilizaremos también el fondant blanco como capa principal de la tarta, pero esta vez haremos pequeños murciélagos gracias a un molde con esta forma. Cuando estén preparadas, las colocaremos encima con diferentes orientación para darle el efecto del vuelo de una bandada murciélagos. Es un pastel ideal para hacer con ayuda de los más pequeños de la casa.
De chocolate: es bastante simple de realizar y su aspecto queda muy curioso y divertido. Solo tenemos que preparar una tarta de chocolate al uso para luego, verter encima un poco de chocolate blanco simulando una gran telaraña. Como remate final, se puede colocar una araña llevada a cabo con chocolate puro.
De galleta: Una vez conseguido el color verde del bizcocho gracias al colorante en polvo (también se puede optar por el fondant), vamos añadiendo capas con chocolate clásico hasta simular el pelo de Frankenstein. Ojos, nariz y boca pueden cobrar vida con pequeñas galletas, incluso con emanems de colores.